Colegios, familias y menores no pueden ser ajenos al crecimiento que ha experimentado el uso de internet en los últimos tiempos. Concretamente, los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años son el subconjunto de la población que contiene el mayor grupo de usuarios, en términos relativos. Un 98% de esos jóvenes usaron internet a finales de 2017. Sus padres y madres, en cambio, como se extrae del siguiente gráfico*, tuvieron una menor actividad, en ese mismo período, si los comparamos con esa generación que les sucede, lo cual, nos lleva a pensar que puede existir una brecha formativa en lo que a competencias digitales se refiere:
¿Se ha concienciado debidamente a l@s menores (y a sus padres y madres o tutores) de las condiciones de seguridad que deben reunirse en el uso de internet? No es infrecuente que se solicite la cesión del nombre, imágenes, localización, comportamiento y un sinfín de datos personales cuyo control suele exceder al control del usuario.
Por ello, familias y colegios han de trabajar en la protección y en la formación digital de l@s menores y de ellos mismos, consultando las distintas guías que los portales especializados recogen y realizando un seguimiento de la evolución de nuestr@s jóvenes: comportamiento, madurez, gustos, aficiones, inquiteudes, tiempo dedicado, etc.
En resumen, la seguridad en internet pasa por la comunicación con nuestr@s jóvenes, por formarnos para después ser formadores, establecer normas y políticas adecuadas y realizar un constante seguimiento. ¡Empezamos!
1. Hablar con nuestr@s jóvenes.
La red, con todo lo que implica esta forma de referirnos a internet, puede afectarnos de forma muy negativa si no se construye una relación sana desde el principio. Hemos de construir entornos de convivencia transparentes, sanos, respetuosos y tolerantes, ofreciendo comprensión y orientación a quien es más vulnerable, dotándole asimismo de las herramientas más adecuadas. Por ello, hemos de escuchar y saber observar a nuestr@s hij@s y alumn@s.
2. Formarnos, en primer lugar, nosotr@s: familias y educadores.
En un contexto tecnológico altamente cambiante, es indispensable que colegios y familias incorporen a su vida diaria cierta actividad en internet y se formen a través de las guías que portales como is4k nos brindan. No es necesario ser expertos en tecnología, tan sólo contar con unos mínimos conocimientos que son exigibles a cualquier usuario y estar así al día de las últimas tendencias: funcionamiento de los dispositivos más básicos (ordenador personal, tablet o smartphone), nociones de protección de datos personales y estar familiarizados con las condiciones generales de la contratación así como en los trucos o estafas más frecuentes. En el gráfico anterior, veíamos cómo los padres y madres usan menos internet que sus hij@s, lo que puede llevar a que no conozcan bien el contexto digital que está viviendo. Esto es algo que es necesario corregir. Portales como is4k nos brindan la posibilidad de conocer las malas prácticas más comunes (sexting, ciberacoso, entre otras) y nos muestran cómo combartirlas.
3. Formación, formación y formación.
Los menores comienzan a usar dispositivos electrónicos con conexión a internet en edades cada vez más tempranas, sin haber recibido ni una charla informal sobre sus riesgos. Puede incluso darse el caso de comenzar a sufrir una situación antes desconocida y que no lo comunique ni al colegio ni a la familia por vergüenza o miedo, siendo necesario dotarles de mecanismos para poder desenvolverse y combatir comportamientos nocivos que tienen lugar en la red bajo ese falso paraguas del anonimato. Hemos de aplicar a nuestro desempeño en la red ese sentido común que aplicamos en nuestra vida diaria, donde acompañamos a l@s más jóvenes en casi todo momento y les ayudamos a desenvolverse: a ser precabidos, a ser tolerantes y respetuosos, a amar, a decir no, etc. A veces, una falsa sensación de privacidad puede llevarnos como usuarios a confiarnos (por ejemplo, cediendo nuestra localización a desconocidos). Como decíamos, se trata de aplicar el sentido común, no de desconfiar hasta extremos inimaginables, mostrando nuestra ayuda en todo momento a nuestro hij@s o alumn@s, sin dejarles caer en la soledad de un problema que en muchas ocasiones no saben resolver.
4. Establecer las normas, políticas y proyectos más adecuados en cada caso.
Los centros educativos y los hogares han de construir climas de convivencia propicios, estableciendo límites y normas razonables. Por un lado, no podemos ser completamente ajenos a las nuevas tecnologías, pero tampoco debemos permitir que la comunicación sea alterada por un uso abusivo de los dispositivos electrónicos. Por ejemplo, no podemos dejar a nuestr@s hij@s todo el día en la calle pero tampoco prohibirles salir.
Debe prevalecer la tolerancia y el respeto, condenando y luchando de forma enérgica contra los comportamientos que discriminan, agreden u ofenden a otros usuarios.Un límite a la libertad que ofrece internet es la protección del menor.
5. Realizar un seguimiento.
Conocer a l@s más jóvenes y establecer una estrecha comunicación (volviendo al punto 1) resulta indispensable para poder detectar a tiempo desde problemas o cuestiones inherentes a la adolescencia hasta posibles dolencias derivadas del uso de internet. L@s menores han de ser acompañados por sus familias en la construcción de su personalidad, en su formación intelectual y académica, realizando un seguimiento de su evolución. No se trata de espiar, sino de acompañarles en su desarrollo y en su crecimiento emocional.
Internet es una fuente inagotable de conocimiento. No obstante, hemos de ser conocedores de que puede convertirse en una amenaza si no somos diligentes ni protegemos debidamente nuestra privacidad. Si no sabemos cómo ponerle freno a ciertas actitudes, hemos de pedir ayuda pero también tenemos que saber a quién y cómo pedir esa ayuda. En Dario Estudio - Colegio Bachillerato Madrid , seguiremos formando, en las aulas y fuera de ellas, incluso en este blog, en competencias digitales, porque hoy forman parte de nuestra vida, y hemos de contar con la preparación adecuada ante este gran reto.
* Gráficos elaborados por Darío Estudio a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística.