Fernando Savater, en su ensayo El valor de Educar, escribió: «El profesor no sólo, ni quizá principalmente, enseña con sus meros conocimientos científicos, sino con el arte persuasivo de su ascendiente sobre quienes le atienden: debe ser capaz de seducir sin hipnotizar». Para "seducir", es necesario captar la atención de una generación que recibe multitud de estímulos orientados al consumo, al ocio y al éxito personal por encima de todo. Los equipos docentes investigan y aplican proyectos que potencian la sensibilidad y valores tales como la solidaridad, la tolerancia y el respeto. Desde Primaria hasta Bachillerato, la educación en valores ha de ser transversal al resto de materias. Los colegios pueden educar en valores a través del arte, y algunos de esos colegios lo están haciendo a través de las composiciones artísticas de Uğur Gallenkuş, que ya es viral en la red:
Este artista gráfico turco está consiguiendo sensibilizar y transmitir valores como la solidaridad, la empatía o la igualdad con las composiciones fotográficas que comparte a través de Instagram, y ello no está pasando desapercibido para muchos colegios e institutos de Madrid y de muchos otros lugares del planeta. Uğur Gallenkuş es el autor de las stories y publicaciones que están traspasando las fronteras que invita a derribar. Con casi un millón de seguidores en esa red social, Gallenkuş contrapone dos mundos que, aunque muy diferentes, podrían estar muy cerca. Dos realidades en una misma imagen que podrían ser la misma. Aulas hoy destruidas por los bombardeos que un día fueron como las de cualquier otro país en paz o la delgada línea que separa el consumo irresponsable de los conflictos y las balas.
El impacto ha sido tan viral que colegios y organizaciones educativas de todo el mundo están empleando composiciones similares para mostrar a los más pequeños que no hay tanta distancia entre un estudiante sirio y un estudiante europeo, por ejemplo, siendo las circunstancias de la región donde se nace las que generan distancia y desigualdad. En su perfil, el propio artista, con ayuda de su manager, comparte las iniciativas que ha inspirado y que le envían de países de todo el mundo colegios e institutos, de Madrid a Buenos Aires. Maestros como Rosana Nacher, a través de su cuenta @menudosmaestros, también se inspiran en los mensajes del artista turco para continuar despertando la sensibilidad y educando en valores.
Esos valores son necesarios para convivir en sociedad, y la convivencia en el aula y el centro educativo no dista mucho de la que necesariamente ha de tener lugar en la sociedad. L@s hoy estudiantes han de ser mañana ciudadan@s responsables y, para ello, han de recibir una educación en sensibilidad que fomente la aceptación de unos valores que les convierta en seres humanos responsables, respetuosos y empáticos con el diferente o con quien tiene opiniones distintas. Aprender a ver y a comprender el arte conlleva que se despierte una sensiblidad que puede ser transversal a la educación en valores, erigiéndose así el arte como una vía para despertar la necesaria sensibilidad en l@s más jóvenes.